Monday, July 5, 2010

Jardín de jardines

Entre clases de español y eufóricas celebraciones por el mundial, aún queda tiempo para desconectar y disfrutar relajadamente de la fenomenal naturaleza de este país. Por ejemplo, el domingo pasé gran parte del día en el jardín botánico del CATIE , siglas del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza. Fundada en 1942 y con 42 hectáreas de extensión, esta institución alberga además de un estupendo jardín, un enorme campus con zonas residenciales para los estudiantes y varias hectáreas con plantaciones forestales, cafetales y cacao. El CATIE goza de bastante popularidad a nivel internacional y es, junto al rafting, lo más conocido de Turrialba en el extranjero. Podéis encontrar más información sobre proyectos y actividades en su página web: http://www.catie.ac.cr




Tunel de bambú



No conseguí colarme en el campus (el truco de hacerme pasar por estudiante griego que no sabe español, no funcionó con el guardia), así que mi paseo se limitó al jardín, precedido de un largo sendero flanqueado por árboles y arbustos procedentes de los cinco continentes. En total, el centro acoge a más de 280 especies en total, muchas de ellas que hasta ahora desconocía, como el árbol de la bola de cañón (llamado así por la forma de su fruto) o el árbol de Ceiba, de donde se obtiene el kapoc, un material utilizado en chalecos salvavidas por su gran flotabilidad.




Árbol de Ceiba

El recorrido se me hizo entretenido y ameno, principalmente por las curiosidades que fui descubriendo mediante los rótulos informativos. Cosas como que el árbol del chicozapote es la fuente natural de la goma de mascar, que el kepel (una fruta procedente de Asia) tiene propiedades desodorantes, o que hay una fruta que se llama milagrosa, que puede alterar el paladar cambiando el sabor ácido al dulce. Nunca viene mal ilustrarse un poquito en el campo de la botánica, aunque reconozco que nunca ha sido mi fuerte.


Fruto del achiote, utilizado como condimento




Árbol de la fruta milagrosa

Aparte de la visita al CATIE, este fin de semana también me he dado una vuelta por la feria del queso de Turrialba, donde se exponen y venden las mejores muestras del producto estrella de la localidad. En especial me gustaron los chicharrones de queso, un plato dulce de queso frito preparado en una mezcla de miel y vainilla. Aquí podéis encontrar la receta por si a alguien le interesara.





Y sigo bien, completando ya casi un mes, con mucho curro pero disfrutándolo al máximo, al igual que mi tiempo libre. Solo echo de menos un poco más de oportunidades para hacer algún que otro viajecillo algo más largo. Un fin de semana libre al completo me vendría fenómeno, a ver si el siguiente, coincidiendo que van llegando nuevos profesores, convenzo a la jefa para que me deje escaparme al Caribe.
¡Pura vida!

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